lunes, 3 de marzo de 2014

El enigma de a calle Calabria


Sinopsis: Barcelona 1881. Gerardo Borrás, un acaudalado empresario, toma su coche de caballos para trasladarse a la estación de Sants y viajar en tren a Madrid; al llegar al final del trayecto, cuando su cochero abre la portezuela del carruaje, se encuentra con que su señor ha desaparecido. A petición de su buen amigo Afredo Blázquez, ya que el desaparecido don Gerardo es el marido de su prima, Víctor Ros acude a Barcelona a investigar el caso adentrándose en una compleja investigación durante la cual deberá enfrentarse a un rival de categoría.



puede contener spoiler

 Lo más destacable de esta novela es sin duda el complejo caso que tiene que resolver Víctor Ros. Desde la primera página hasta la última hay preguntas a las que hay que buscar respuesta, muchas de ellas son sencillas pero otras te comes la cabeza por averiguarlas, y lo peor es que después son muy sencillas. Sin duda en esta novela los detalles son las estrellas de la historia. Una simple sonrisa, un saludo, una ventana o una pipa mal apagada son detalles cruciales para la historia; y eso en mi opinión personal es algo impresionante. Como algo tan tonto a primera vista puede ser tan determinante si lo miras con más detalle, aunque he de decir que te das cuenta de la importancia de los detalles en las últimas páginas del libro, cuando se descubre casi toda la historia.

Cuando terminé el libro mi cara de tonta era bastante digna de estudio, ya que todo lo que me había montado en mi cabeza estaba mal. Me volví a leer partes de la novela para confirmar que lo que yo pensaba esta bien, y así era... Solo que el autor lo hace así adrede. Hace que te creas una trama que luego solo es una parte de otra o simplemente es mentira. Pero no solo te lo crees tú, Víctor Ros, el protagonista, también llega a las mismas conclusiones que el lector hasta que llega un punto de la historia donde se da cuenta de lo que pasa y reacciona.

El personaje de Víctor Ros me recordó a Sherlock Holmes, pero Víctor tiene rasgos que le hacen único y aunque Sherlock sea el gran detective novelesco, para mi Víctor Ros siempre estará un poco por encima. Ros es un padre de familia y un personaje muy social, con un pasado triste a la espalda. Otro personaje de la obra es Máximus, al cual le cogí un poco de manía porque aparecía de la nada en la novela y se transformada en el centro de la novela, dejando a Víctor en segundo plano. No lo entendía, pero cuando termine el libro comprendí toda la historia que había entorno a este personaje.

Para mi lo que más me ha enganchado de esta novela es su facilidad para leérsela y el complejo caso que crea Jerónimo Tristante. A cada capítulo aparecen pistas, personajes u otros casos que hacen que nunca dejes de leer y no te aburras, ya que aunque a veces avanza un poco lento no puedes dejar el libro, porque en muchas ocasiones es cuando más cosas salen a la luz del caso o al contrario, se añaden nuevos elemento.

Jerónimo Tristante crea una ambientación de la Barcelona de 1881 increíble, desde el comportamiento de los personajes, su forma de hablar, el vestuario hasta los distintos escenarios, que van de una lujosa mansión hasta el burdel más bajo de la ciudad.


"Se fueron caminando por el barro apoyados el uno en el otro"



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